Caso de uso: Producción vs Facturación en los Cargo Habitación
Descripción general
El Cargo a Habitación es el proceso mediante el cual un consumo o servicio generado en un punto de venta (como bar, restaurante o comedor) se imputa directamente a la cuenta del huésped en su habitación.
Este mecanismo permite mantener separada la gestión operativa de los servicios (producción) de la gestión económica (facturación), asegurando un control eficiente de los ingresos por departamento y una trazabilidad completa de cada operación.
Producción
La Producción corresponde al registro operativo de los consumos dentro del módulo de Punto de Venta o Comedor.
Cada pedido introducido (comidas, bebidas, servicios extras, etc.) se registra en el sistema con detalle de artículos, cantidades, precios y responsable de servicio.
Aunque el importe se asocia al cliente o habitación, en esta fase no se genera factura, sino un cargo pendiente de facturación.
- Departamento responsable: Bar / Restaurante / Comedor
- Objetivo: Controlar la actividad diaria y el consumo interno del huésped.
- Resultado: Registro de producción y cargo pendiente en la cuenta de habitación.
Facturación
La Facturación se realiza posteriormente desde el módulo de Recepción o Reservas, donde se centralizan todos los cargos del huésped (alojamiento, restauración, extras, etc.) en una única cuenta.
Al efectuar el check-out o cierre de estancia, el sistema consolida automáticamente todos los cargos pendientes provenientes de los distintos puntos de venta y genera la factura final.
- Departamento responsable: Recepción / Reservas
- Objetivo: Emitir la factura global del huésped o de la reserva.
- Resultado: Factura completa con desglose de todos los servicios consumidos durante la estancia.
Ventajas del modelo Producción vs Facturación
- Separación de responsabilidades: los departamentos operativos registran consumos, mientras recepción gestiona la facturación.
- Trazabilidad completa: cada cargo queda vinculado al usuario, punto de venta y habitación correspondientes.
- Cierre contable simplificado: los ingresos se contabilizan correctamente por centro de coste (restaurante, bar, alojamiento, etc.).
- Mejor control interno: permite detectar discrepancias entre producción real y facturación emitida.